¡La droga más peligrosa, la droga más aceptada!
¡La droga más peligrosa, la droga más aceptada!
*Datos extraídos del Observatorio Español de la Droga y las Toxicomanías (OEDT) del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. El estudio se realiza para la población española en el año 2016.
Tras la ingesta de alcohol se producen a corto plazo una serie de efectos o síntomas, dependientes de la dosis ingerida (aunque afectan otros factores individuales).
Son muy diversos los efectos del alcohol a medio y largo plazo y actúan sobre múltiples órganos y sistemas.
Las molestias gástricas son debidas a erosiones en las mucosas producidas por el etanol. El ardor estomacal será mayor si se han mezclado diferentes bebidas o combinados, ya que la irritación gástrica se deberá a todos los componentes bebidos.
El alcohol es la única droga que puede causar la muerte en el síndrome de abstinencia, o lo que se conoce como Delirium Tremens.
Se denomina delirium tremens —locución en latín que significa “delirio tembloroso”— al síndrome de abstinencia del alcohol; propiamente se trata de la tercera fase, la más aguda de este síndrome. Al parecer, también puede darse como complicación en una intoxicación por benzodiacepinas o barbitúricos.
Delirium Tremens (DT) fue descrito por primera vez en 1813. Es un episodio agudo de delirio causado frecuentemente por el síndrome de abstinencia del alcohol. Las benzodiacepinas se usan como tratamiento paliativo para evitarse el DT cuando se interna al individuo alcohólico en centros de rehabilitación.
El síndrome de abstinencia de otros medicamentos sedativos o hipnóticos como benzodiacepinas y barbitúricos también pueden causar convulsiones, DT y la muerte si no son administrados de manera apropiada.
Sin embargo, el síndrome de abstinencia de otros medicamentos o drogas no hipnóticas o sedativas como por ejemplo la cafeína o la cocaína no tienen tales complicaciones médicas y no resultan ser fatales, mientras que las reacciones de dependencia física creadas por el síndrome de abstinencia en alcohol sí pueden causar la muerte. Frecuentemente, estas reacciones conducen a efectos físicos como palpitaciones, sudoración, escalofríos, convulsiones y muerte si no son tratados.
El DT solo ocurre en pacientes con una historia clínica que resulta en alcoholismo. En el caso de las benzodiacepinas no es necesario un periodo de toma tan largo como con el alcohol para que ocurra un síndrome que cursa de manera similar al DT.
En EE.UU., menos del 50% al 60% de los alcohólicos presentan algún síntoma significativo de síndrome de abstinencia tras la interrupción de ingesta de alcohol, y de estos solo un 5% de los casos presentaron síntomas agudos por abstinencia a alcohol que evolucionaron en DT.
A diferencia del síndrome de abstinencia asociado a opiáceos, el DT (y la abstinencia alcohólica en general) alcanza una mortalidad de un 10-15% en pacientes con tratamiento médico, y de un 30-35% en pacientes sin tratar.
También, junto con los anteriores síntomas mencionados, el síndrome de abstinencia alcohólico suele estar acompañado de hiperirritabilidad y alucinaciones causadas mayoritariamente por una deficiencia en magnesio. Se cree que los incrementos en la dopamina pueden estar relacionados con dichas alucinaciones
Tras la ingesta de alcohol se producen a corto plazo una serie de efectos o síntomas, dependientes de la dosis ingerida (aunque afectan otros factores individuales).
Son muy diversos los efectos del alcohol a medio y largo plazo y actúan sobre múltiples órganos y sistemas.
Las molestias gástricas son debidas a erosiones en las mucosas producidas por el etanol. El ardor estomacal será mayor si se han mezclado diferentes bebidas o combinados, ya que la irritación gástrica se deberá a todos los componentes bebidos.
El alcohol es la única droga que puede causar la muerte en el síndrome de abstinencia, o lo que se conoce como Delirium Tremens.
Se denomina delirium tremens —locución en latín que significa “delirio tembloroso”— al síndrome de abstinencia del alcohol; propiamente se trata de la tercera fase, la más aguda de este síndrome. Al parecer, también puede darse como complicación en una intoxicación por benzodiacepinas o barbitúricos.
Delirium Tremens (DT) fue descrito por primera vez en 1813. Es un episodio agudo de delirio causado frecuentemente por el síndrome de abstinencia del alcohol. Las benzodiacepinas se usan como tratamiento paliativo para evitarse el DT cuando se interna al individuo alcohólico en centros de rehabilitación.
El síndrome de abstinencia de otros medicamentos sedativos o hipnóticos como benzodiacepinas y barbitúricos también pueden causar convulsiones, DT y la muerte si no son administrados de manera apropiada.
Sin embargo, el síndrome de abstinencia de otros medicamentos o drogas no hipnóticas o sedativas como por ejemplo la cafeína o la cocaína no tienen tales complicaciones médicas y no resultan ser fatales, mientras que las reacciones de dependencia física creadas por el síndrome de abstinencia en alcohol sí pueden causar la muerte. Frecuentemente, estas reacciones conducen a efectos físicos como palpitaciones, sudoración, escalofríos, convulsiones y muerte si no son tratados.
El DT solo ocurre en pacientes con una historia clínica que resulta en alcoholismo. En el caso de las benzodiacepinas no es necesario un periodo de toma tan largo como con el alcohol para que ocurra un síndrome que cursa de manera similar al DT.
En EE.UU., menos del 50% al 60% de los alcohólicos presentan algún síntoma significativo de síndrome de abstinencia tras la interrupción de ingesta de alcohol, y de estos solo un 5% de los casos presentaron síntomas agudos por abstinencia a alcohol que evolucionaron en DT.
A diferencia del síndrome de abstinencia asociado a opiáceos, el DT (y la abstinencia alcohólica en general) alcanza una mortalidad de un 10-15% en pacientes con tratamiento médico, y de un 30-35% en pacientes sin tratar.
También, junto con los anteriores síntomas mencionados, el síndrome de abstinencia alcohólico suele estar acompañado de hiperirritabilidad y alucinaciones causadas mayoritariamente por una deficiencia en magnesio. Se cree que los incrementos en la dopamina pueden estar relacionados con dichas alucinaciones