Los psicofármacos son fármacos que tiene un efecto depresor sobre el
nervioso central con un efecto sedante. El efecto depresor ralentiza la actividad cerebral.
Estos son varios de los efectos que pueden tener los psicofármacos:
- Sueño/Somnolencia
- Reducción de la ansiedad
- Desinhibición
- Sedación
- Pueden provocar dependencia
Los psicofármacos, como cualquier otro tipo de medicamento, suelen consumirse previa prescripción médica, pero el problema viene cuando una persona, a la que previamente se le ha prescrito un medicamento (sea psicofármaco o no), una temporada después decide retomar su consumo.
En este caso, lo más frecuente es que no vuelva a visitar al médico para una nueva prescripción, ya que lo más probable es que la situación haya cambiado, y por tanto, puede que sea conveniente cambiar la receta, y decida automedicarse.
Los más frecuentes suelen ser los antidepresivos, y esto supone un gran riesgo para nuestra salud, ya que puede que no estemos tomando la medicación correcta o en la dosis correcta.
Muchas veces es por falta de tiempo, o por miedo a un diagnóstico y se acude antes al fármaco que a buscar ayuda de un profesional de la psicología, y ahí es donde pueden aparecer las adicciones.
A día de hoy encontramos varios debates abiertos sobre la eficacia de estos medicamentos, si es mayor o no que la del placebo. Pero en cualquier caso, su consumo puede ser muy peligroso ya que altera la química cerebral.
Según numerosos estudios se comprobó que los antidepresivos sólo eran levemente más eficaces que el placebo, pero que en ambos casos existían unos peligrosos efectos secundarios.
Estos efectos secundarios deberían ser considerados antes de la prescripción del psicofármaco, por tanto, si se está consumiendo sin prescripción médica, no se está contemplando este factor y puede llegar a ser letal.
Uno de los principales efectos secundarios es la adicción, con la problemática de que cuando se retira esa medicación y se hacen notar los síntomas de dependencia, en lugar de tratarse como lo que son, frecuentemente se tratan como síntomas del mismo problema que se trataba (depresión normalmente), por lo que al final se estará medicando de por vida. Creando más dependencia, intercaladas con síndrome de abstinencia cuando se corta el consumo. Y no sólo eso, sino que los psicofármacos tienen posibilidades muy altas de producir daños cerebrales permanentes con su consumo prolongado.
Por tanto, si sientes que puedes estar en esta situación, o alguien de tu entorno, no dudes en ponerte en contacto con un centro de tratamiento de adicciones. Es la única vía de éxito.